domingo, 13 de noviembre de 2011

Sobre la razón



Preferimos vivir desde la mente porque la vida es demasiado incierta y la mente nos da cierta sensación de control, de seguridad. Pero en la mente también hay miedo, dudas y expectativas. El corazón, por otra parte, te hace sentir vulnerable, expuesto. La cuestión es que con la mente solo puedes conseguir éxito material, pero la felicidad se halla en el corazón. Para vivir desde el corazón tienes que confiar, abrirte, arriesgarte a fluir y a ser feliz. La naturaleza cuida de todos los seres que viven en este planeta y les provee de todo lo que necesitan, ¿por qué creer que no va a cuidar también de ti?